sábado, agosto 27, 2005

Hasta mañana




Hoy intentare escribir sobre cierto pequeño detalle. Y es que la semana Grande donostiarra ya ha pasado, por lo que mi jornada laboral, ademas de reducirse de 12 a 8 horas y media se ha vuelto bastante mas relajada. Y eso conlleva que tengo mas tiempo para comerme el tarro con las pequeñas chorradas del dia a dia. Para poneros en situacion, yo curro en una cafeteria de la parte pija de San Sebastian, porque aunque muchos no lo crean, San Sebastian tambien tiene partes no pijas. Con eso quiero decir que a mi cafeteria va toda la gente con pasta de Donosti. Aunque especificando, deberia decir que viene toda la gente de 35 años en adelante, forrada, de San Sebastian. Es decir, dueños de tiendas y restaurantes en la mitad de la ciudad, directivos de bancos, propietarios de bienes inmuebles, el presidente del colegio de abogados, personas con puestos en partidos politicos, etc... gente de ese palo. Gente con mucho dinero. Y muchos, una cantidad tremenda de jubilados, y sobre todo jubiladas, de esas que se dejan todos los dias una media de 5€ entre cafes y tostadas, y que no tienen ningun problema en llegar a fin de mes, y que eso de que las pensiones estan bajas se lo pasan por el forro... eso.

El tema esta en que por las tardes mi cafeteria parece un salon de la tercera edad, una terraza, que yo sirvo en terraza, de la tercera edad. Se llena de jubiladas, casi siempre las mismas, llenas de joyas, y superemperifolladas. Es curioso, pero es como si muchas de ellas pasaran por una segunda adolescencia. Y es que se ponen mas tontas que sus nietas. Muy pintadas, y con vestiditos nuevos, vamos... como crias de 15 años. De 15 años estupidas, que tambien existen algunas bastante inteligentes, no generalicemos. Pero vamos... parece que entre la madurez y la vejez total, hay cierto espacio en el cual, por lo menos las abuelas, pasan por una segunda adolescencia. Y no, no es la menopausia, que eso lo pasaron ya hace años. Pues bien, ese grupo de adolescentes descerebradas suelen ser mayoria por las tardes, son muy tontas, te hacen dar cuarenta mil vueltas con la bandeja, que si la leche caliente, que si sin hielo, que si la sacarina, que si de sobre o de maquina, que si yo queria en vaso y la otra en taza. Tambien estan las que te dicen eso solo porque, al igual que las adolescentes, estan mas salidas que el pico de una plancha, y por lo visto les molo o algo, y no paran de soltarme piropos, que si majo, que si guapo, que si maravilloso. Se que es patetico, les molo solo a las adolescentes, a las de 15 años y a las de 75, que triste.

Bueno, el tema es que despues de pasar esa segunda adolescencia, las viejas parece que o entran en una segunda madurez, o se les va la olla del todo y se vuelven majaras. Lo segundo no es del todo malo, a veces te dan propinas de 10€ sin saberlo. Pero bueno, a mi las que mejor me caen suelen ser estas mas mayores, pero las que no se les ha ido la olla... por lo menos no del todo. Son simpaticas, te sonrien mucho, dejan buenas propinas y no te piden un "cafe descafeinado pero no de maquina cortado con agua caliente y sacarina"(es decir uno "de sobre pequeño con agua"). En fin, es a estas a las que atiendo mas agusto, con las que uno mejor se lo pasa, y tambien con las que mas bromeo, a pesar de que apenas las oigo porque entre que casi no tienen voz y tengo al acordeonista de marras dando por saco detras, no hay manera. Bueno, estas siempre siempre siempre se despiden. Y si no estas fuera, entran en la cafeteria a decirte adios a ti, al barman, a la dueña y a la camarera de dentro, y a la cocinera no, porque tiene muy malas pulgas, pero si no tambien. Y son esas despedidas las que me llaman mucho la atencion.

Mas que nada porque el que una viejilla de estas palme un dia esta al orden del dia. De hecho, cada dos por tres surge el tema de "jo, pues antes venia una que se murio que pedia no se que, no se como, y no se cual". Y cuando ellas se despiden, muchas veces yo les respondo con un "hasta mañana". Y puede que sean imaginaciones mias, pero a veces creo que les brillan algo los ojillos cuando se lo digo. Porque decirles eso, es darles un dia mas de vida. Y a esa edad es dificil saber si uno va a poder ir al dia siguiente a tomarse su clarete con tostada a la cafeteria, o la extrema uncion al hospital. Creo que a esa edad valoran mucho mejor que alguien como yo lo que significa un dia mas de vida. Y tambien se dan cuenta de lo incierto que es el mañana, el futuro. Algo que nosotros damos por sentado, ellas no lo ven tan claro, y a mi modo de ver lo ven mucho mas realistamente que nosotros, pobres ineptos.

El mañana no esta asegurado, por eso ahora cada vez que le digo a alguien "hasta mañana" me siento extraño, ya que quizas no vea a esa persona mañana, por ella... o por mi, quien sabe, pero es curioso, y he pasado un buen rato pensando en ello, asi no me aburria tanto. Pasadlo bien.

1 comentario:

miriam dijo...

Me encanta la manera como te expresas! Y me encantan tus reflexiones.

Les molas a las señoras ehhhh, tio bueno!!! jajaja

La verdad es que la gente mayor es agradecida cuando un/una jóven les sonrie o es amable: en una parada de bus, una tienda o en donde sea. La gente muchas veces no sonríe o no es amable, y cuando nosotros lo hacemos, pues se alegran y te contestan con una sonrisa. Mola
Buen trabajo Esteban! :)
(Y Sigue pillando propinas de 10€, jeje)